La demografía de la República Popular China se caracteriza por una gran población, con una división relativamente pequeña de jóvenes, situación que es parcialmente resultado de la política de hijo único de la República Popular China. Las políticas demográficas implementadas en China desde 1979 han evitado entre 350 y 4000 millones de nacimientos.
El crecimiento demográfico tiende a ser elevado, debido a la gran cantidad de población y a que no ha terminado la transición demográfica, pero las autoridades chinas han tenido, desde hace tiempo, una política decididamente antinatalista. Los poderes públicos determinan el número máximo de hijos por mujer. En 1970 el crecimiento vegetativo era del 2,5%, en 1980 del 1,3% y en 1992 del 1,5%; este ligero incremento se debe al menor control de las autoridades. La fecundidad ha bajado del 5,4‰ en 1970 a cerca del 2,3‰ en 1992. Para controlar la natalidad se proporcionan métodos anticonceptivos de todo tipo, sobre todo el preservativo, por ser barato, y se recurre al aborto y al infanticidio, sobre todo si nacen niñas. Pero el método más utilizado es la abstinencia, ya que no se permite el matrimonio antes de los 30 años. Tener más hijos de los permitidos está muy penado.
A pesar de todo la población aumenta, ya que disminuye también la mortalidad infantil, aun siendo alta.
Posiblemente China sea la civilización más antigua del mundo con continuidad hasta la actualidad. Durante más de 40 siglos crearon una cultura de importantes filósofos, tradiciones y valores. El inicio de la Dinastía Han, hace 2.200 años, marcó el surgimiento del poder militar creando un imperio que supuso la edad de oro de las artes, la tecnología y la política. Los grupos étnicos se siguen llamando a sí mismos “Pueblo de Han” y los chinos de Han representan el 92 por ciento de la población del país.
Las dinastías sucesivas desarrollaron un sistema de control burocrático que proporcionó al país, basado en la agricultura, una ventaja frente a sus rivales. Se estima que en 2030 el 60 por ciento de la población vivirá en zonas urbanas.
El crecimiento demográfico tiende a ser elevado, debido a la gran cantidad de población y a que no ha terminado la transición demográfica, pero las autoridades chinas han tenido, desde hace tiempo, una política decididamente antinatalista. Los poderes públicos determinan el número máximo de hijos por mujer. En 1970 el crecimiento vegetativo era del 2,5%, en 1980 del 1,3% y en 1992 del 1,5%; este ligero incremento se debe al menor control de las autoridades. La fecundidad ha bajado del 5,4‰ en 1970 a cerca del 2,3‰ en 1992. Para controlar la natalidad se proporcionan métodos anticonceptivos de todo tipo, sobre todo el preservativo, por ser barato, y se recurre al aborto y al infanticidio, sobre todo si nacen niñas. Pero el método más utilizado es la abstinencia, ya que no se permite el matrimonio antes de los 30 años. Tener más hijos de los permitidos está muy penado.
A pesar de todo la población aumenta, ya que disminuye también la mortalidad infantil, aun siendo alta.
Posiblemente China sea la civilización más antigua del mundo con continuidad hasta la actualidad. Durante más de 40 siglos crearon una cultura de importantes filósofos, tradiciones y valores. El inicio de la Dinastía Han, hace 2.200 años, marcó el surgimiento del poder militar creando un imperio que supuso la edad de oro de las artes, la tecnología y la política. Los grupos étnicos se siguen llamando a sí mismos “Pueblo de Han” y los chinos de Han representan el 92 por ciento de la población del país.
Las dinastías sucesivas desarrollaron un sistema de control burocrático que proporcionó al país, basado en la agricultura, una ventaja frente a sus rivales. Se estima que en 2030 el 60 por ciento de la población vivirá en zonas urbanas.